Las minas de Garrovillas tema tratado en el libro de Teófilo Dominguez:
”Para situarse en el tema hay que remontarse a épocas anteriores a la que tratamos (la primera vez que explotó el wolfram en Garrovillas, se hizo con motivo de la guerra ruso-japonesa en 1905. El lugar fue en el sector de Villasbuenas. Pero fue a pequeña escala. La segunda fase fue a raíz de la Primera Guerra Mundial. Datos aportados al autor por Pedro Évole, exalcalde de la villa y administrativo con una de las empresas mineras), pero nos vamos a centrar en los años que abarca este trabajo. Esta fue la tercera fase y la más importante de todas. Que se originó con motivo de la Segunda Guerra Mundial entre el eje y los aliados.
El fin bélico al que al parecer destinaban los técnicos este producto en las guerras, era la coraza de barcos y otros vehículos blindados, mediante aleaciones.
Los alemanes lo fundían en los altos hornos de la Cuenca del Rhin en las factorías de Krupp y Berta. Esta es la causa por la cual los periodos de explotación coincidieran con las guerras mencionadas. También se emplea para herramientas de corte rápido, filamentos de lámparas, revestimiento de hornos, etc.
Los garrovillanos que se dedicaban al mineral formaban dos grupos, los que trabajaban a jornal para las empresas y los que iban por su cuenta. Durante los años que estuvieron las minas en su apogeo, no hubo crisis de trabajo, porque cerca de un millar de personas, pasaron o trabajaron algo en ellas. Los jornaleros preferían la mina al campo, ya que en la mina ganaban hasta 14 ó 15 pesetas y en el agro se tenían que conformar con 8 ó 10 pesetas."
Acabada la contienda mundial el wolframio bajó de precio y perdió auge.”
Garrovillas de Alconétar 1940-1960. Teófilo Domínguez.
Fotografías de las Minas de Villasbuenas.
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