"La mayor tragedia de este siglo es la extinción de la cultura campesina, cultura milenaria e indefensa porque no está registrada en libros, sino en manos de la memoria y la transmisión oral"
Luis Landero

jueves, 14 de febrero de 2013

ARQUEOLOGÍA II






   La zona del Arroyo Guadancil, el cerro Garrote, la desembocadura del Almonte, así como las márgenes del Tajo, fueron asentamientos humanos desde la Prehistoria. Prueba de ello son los múltiples hallazgos arqueológicos encontrados en la zona de Alconétar. Cabe destacar el Ídolo de Alconétar, hallado en el Arroyo Guadancil, hoy en el Museo Arqueológico de Cáceres. La espada de Alconétar, hallada en 1931 en el fondo del Tajo, depositada en el Museo Arqueológico Nacional. Así como muchos objetos menores encontrados en los dólmenes del Guadancil. No olvidemos que más tarde pasó por allí la calzada romana que unía Astorga con Mérida, la construcción del puente para salvar el Tajo; siglos más tarde se erigió el Castillo, cuyos restos son la Torre de Floripes. También hay que destacar unos kilómetros más allá (en dirección al Casar de Cáceres, en el término municipal de Garrovillas) los miliarios romanos almacenados justo al lado de la Ruta de la Plata.




















 

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