"La mayor tragedia de este siglo es la extinción de la cultura campesina, cultura milenaria e indefensa porque no está registrada en libros, sino en manos de la memoria y la transmisión oral"
Luis Landero

lunes, 27 de mayo de 2013

GASTRONOMÍA TRADICIONAL



Gastronomía tradicional:
La chanfaina es un plato típico de pastores, para el aprovechamiento de las partes no nobles del cordero. 
“El origen de este plato lo encontramos en los antiguos señoríos, cuando los señores encargaban al pastor que sacrificara algún cordero para comerlo, asado en la manera tradicional. El pastor entregaba las partes nobles del animal a los señores, tras separarlas de las entrañas. Entonces, con las partes innobles del cordero, preparaba la chanfaina en la forma en que hoy conocemos. “

En la forma que la conocemos en nuestro pueblo, la chanfaina es un plato compuesto  de callos, asaduras, hígado, patitas y sangre cocida de cordero que se guisa con aceite de oliva, cebolla, pimiento, laurel, ajo y pimentón. Que una vez cocido se puede comer así o añadir arroz.

Un plato que pese a su origen, hoy es un manjar  para los amantes de la cocina tradicional, no apto para tiquismiquis; que  no es fácil de preparar, debido  a sus ingredientes no muy comunes en los supermercados y a su forma tradicional de prepararla. 



domingo, 5 de mayo de 2013

Museo Etnográfico Emilio Mariño

   Estas fotos pertenecen al Museo de Emilio Mariño en Aldea del Cano, es una visita obligada para todos los amantes de las antigüedades. Recorrer este Museo te transporta a otra época y te hace recordar a través de los objetos vivencias de nuestra infancia. Pasaréis un rato muy agradable con las explicaciones y el entusiasmo que transmite Emilio.






















DIONISIO

  Impasible al frío o al calor, en invierno o en verano, Dionisio Gutiérrez ocupaba las esquinas, siempre con el mismo atuendo:”lo que quita frío, quita calor”, como él decía, mientras se dedicaba a vender los “frutos del tiempo”: almendras, albejacas, moras y algún que otro cigarrillo.
    Dionisio, con su eterna presencia y en su sencillez era una de esas personas que animan las calles de los pueblos, pues todo el que pasaba cruzaba algunas palabras con él. Era uno de esos personajes que, cuando se van, dejan un enorme vacío.
   Dionisio, sin grandes pretensiones, seguramente fue feliz. ¡Se necesita tan poco para serlo!
    L. M. B.