"La mayor tragedia de este siglo es la extinción de la cultura campesina, cultura milenaria e indefensa porque no está registrada en libros, sino en manos de la memoria y la transmisión oral"
Luis Landero

domingo, 10 de febrero de 2013

LAS ESCUELAS


Eran los años de la “letra con sangre entra “. Se usaban los métodos expeditivos por cualquier circunstancia. O bien porque el alumno no supiera la lección, porque cometiera alguna travesura o porque dijera una palabrota. Los métodos de estudio eran diferentes. Había que memorizarlo todo. Se usaban el Nosotros y las viejas enciclopedias de Dalmau Carles e Hijos de S. Rodríguez, de Burgos. No se efectuaban exámenes. Las cartillas de escolaridad se implantaron allá por el curso 1955-56. Costaba 10 pesetas, por eso algunos alumnos dejaron de ir a la escuela. El interés por la enseñanza, no era muy elevado en términos generales. Tanto por parte de los alumnos, padres, parte del profesorado y de la sociedad en general. Muchos padres no se preocupaban de que sus hijos fuesen a la escuela… Los niños de aquella generación, en su mayoría, incluso sin asistir a la escuela, como era el caso de los pastores, no eran analfabetos, ya que los padres, cuando sabían, les enseñaban, o durante el verano, iban a clases particulares a aprender algo. Pero si tenían un bajo nivel cultural. El mayor grado de analfabetismo infantil, se daba entre las clases de bajo nivel social, porque muchos no asistían a la escuela… Un criterio muy extendido entre la gente, era que los varones tenían que aprender a ller para cuando se fueran a ser soldados pudieran escribir a la familia, pero las chicas con ser mujeres de su casa era suficiente. Extracto del libro “Garrovillas 1940-1960 de Alconétar” de Teófilo Domínguez Declara











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