"La mayor tragedia de este siglo es la extinción de la cultura campesina, cultura milenaria e indefensa porque no está registrada en libros, sino en manos de la memoria y la transmisión oral"
Luis Landero

viernes, 27 de febrero de 2015

MIGUEL MARCOS

Seguramente nadie sabrá quién fue Miguel Marcos, aquel vecino de Garrovillas que en 1843, plantó un olivo y puso un azulejo para dejar constancia de aquel hecho. Hoy, a pesar del tiempo transcurrido aún se puede leer esta baldosa que está colocada en la fachada de la casa de la fotografía.
Muchas cosas han cambiado desde entonces, allá por 1843 nacía Benito Pérez Galdós, Isabel II colocaba la primera piedra del congreso de los Diputados y era declarada, con sólo 14 años, mayor de edad, convirtiéndose así en reina de España. Pues todo este tiempo ha permanecido el azulejo allí soportando el paso de tantos años. Gracias al actual propietario de esta casa y a su acertada reforma se puede seguir contemplando este documento histórico. Lo que sí ha desaparecido es el olivo, En la última remodelación de esta plaza no se actuó con la debida sensibilidad y se hizo desaparecer este emblemático árbol.






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