"La mayor tragedia de este siglo es la extinción de la cultura campesina, cultura milenaria e indefensa porque no está registrada en libros, sino en manos de la memoria y la transmisión oral"
Luis Landero

miércoles, 1 de febrero de 2017

PIEZA DEL MES: BOTELLA DE GASEOSA DE “BOLINDRE”



PIEZA DEL MES: BOTELLA DE GASEOSA DE “BOLINDRE”






   Botella de Bola procedente de la fábrica de gaseosas que existió en Garrovillas de Alconétar desde el año 1943 al 1956. Fue fundada por Dalmacio Gómez Breña y estuvo ubicada en la c/ Ramón y Cajal, núm. 50.

   Para la elaboración de las gaseosas se utilizaba agua, edulcorantes con esencias de frutas y gas carbónico (dióxido de carbono). La mezcla se hacía mediante una máquina manual llamada saturadora. El consumo era local y no hay constancia de que se distribuyera por los pueblos cercanos. Este tipo de botella fue patentado por el fabricante británico Hiram Codd en 1872. Su ventaja consistía en que la botella de gaseosa quedaba cerrada en el momento en que terminaba de llenarse.   
   El sistema de cierre es muy simple y eficaz, pues es nada más que una bola de cristal del tamaño de una canica (bolindre), alojada en la parte superior de la botella y que, una vez llenada esta, se mantenía en el gollete del cuello en contacto con una arandela de goma debido a la presión que el gas carbónico ejercía sobre ella. Entre sus desventajas se encontraban el tener que ser lavadas a mano, el riesgo de rotura, que era un aliciente malintencionado por los chavales para obtener una canica de vidrio. 


   El alto coste de fabricación pues llevaba tres veces la cantidad de vidrio de otro tipo de botellas, pero sobre todo la falta de higiene que conllevaba su uso debido a su sistema de cierre, ya que había que abrirlas empujando la canica hacia el interior, algo que casi siempre se hacía con el dedo (impensable hoy día). Por este motivo fueron prohibidas definitivamente por una Orden Ministerial aprobada el 16 de marzo de 1955 (BOE núm. 81 del 23/03/1955). Hoy son una rareza ya que su peculiar forma las hacía inservibles para cualquier otro uso doméstico y en su mayor parte se rompieron. Es posible que esta unidad fuese fabricada en Barcelona por Juan Vilella, fundador de la Vidriería Barcelonesa.

                    Texto: Museo Etnográfico “El Silo” Garrovillas de Alconétar – (Enero 2017)




PARA SABER MÁS.........
LA FABRICA DE GASEOSAS DE GARROVILLAS DE ALCONETAR

LA ÉPOCA
    Fue una más de las actividades económicas que hubo en Garrovillas de Alconétar y que, como la mayoría de ellas, desapareció hace ya tiempo. La fábrica de gaseosas se funda por el año 1943 al adquirir Dalmacio Gómez Breña una vieja máquina manual de fabricar gaseosas (su nombre técnico era el de saturadora). La instala en la parte posterior de la planta baja de su casa en la calle Ramón y Cajal, núm. SO, dónde, en la delantera y haciendo chaflán, tiene una tienda de droguería.

EL NEGOCIO
    El negocio de las gaseosas, de temporada, tenía su mayor demanda en los domingos veraniegos, en la feria de San Juan, en la de San Mateo y en los Toros. En esos días se trabajaba a destajo pues en las tabernas aumentaba el consumo y se daba el caso de que, como cada tabernero tenía asignadas sólo dos o tres cajas de docena y media de envases, estos se agotaban y tenían que ir a la fabrica con los envases vacios para su rellenado a toda prisa. No había reserva de envases y los que vinieron con la máquina eran los que había. Los que se rompían no se podían sustituir ya que no se fabricaban desde hacía unos años atrás.
No tuvo una marca registrada y todo el mundo las conocía por las gaseosas del Sr. Dalmacio.

EL PROCESO
    Para elaborar gaseosas se necesitaban tres ingredientes: agua, esencias y dióxido de carbono. El agua se traía de los pozos cercanos, pero tenía que ser de tierra de arena ( del pozo de Ja Fuente de Santa Rosa, del de Ja Madroña o de la Palazuela). Las esencias venían de una casa de Salamanca y en principio había que fabricar el jarabe disolviéndolo en la proporción justa en agua mediante cocción. Luego ya se compraba elaborado en unos garrafones forrados de madera.        
   Las esencias eran de frutas variadas edulcoradas con sacarina. El más demandado era el de limón. El dióxido de carbono venía en unas botellas de hierro de metro y medio y quince cm., de diámetro y las traía el Tío Mona en su carro desde la estación de Rio Tajo.
    El proceso de elaboración de las gaseosas en sí, era bastante sencillo. La máquina saturadora era una compresor manual que permitía mezclar agua, a la que previamente se le habían añadido los edulcorantes y esencias, con el dióxido de carbono y envasarla en botellas de vidrio. La saturadora a primera vista era muy sencilla. Tenía una estructura central de dónde, por una parte, sobresalía un volante de inercia de unos 60 cm. de diámetro con un asidero para hacerlo girar de forma manual, el eje del volante estaba integrado en la parte inferior de una bomba, situada en la parte superior de la estructura, y al girarlo hacía vacío en la misma, sacando el agua preparada con la esencia y mediante una tubería la conducía a la válvula mezcladora dónde mediante un grifo se saturaba de dióxido de carbono; de ahí era conducida por otra tubería a la rellenadora que era una pequeña jaula dónde se introducían las botellas boca abajo una a una para su llenado.
    Por el año 1952 ya quedaban muy pocas botellas de bolindres pues se habían dejado de fabricar muchos años antes por su alto coste en vidrio y también por problemas de higiene en el lavado y en el uso, por lo que se le acopló a la saturadora un dispositivo para poder usar y rellenar botellas de platillo mediante el accionamiento de un pedal para saturar el agua y de una palanca para cerrar el platillo. Al principio, y hasta que se le cogió el "tranquillo", muchas botellas lo reventaban por exceso de presión; pero al poco tiempo esto se solucionó.

LAS PERSONAS
    En el proceso de fabricación intervenían cuatro operarios: el hombre que traía las tinajas de agua desde los pozos en un burro. Una mujer que se dedicaba a lavar y escurrir las botellas vacías, un operario que ejercía la fuerza motriz moviendo el volante de inercia que hacía funcionar la bomba de la saturadora y un cuarto operario - el maestro -, que regulaba la presión de la mezcla y colocaba, llenaba y retiraba cada botella.

EL FINAL
...... y la actividad, que abasteció a Garrovillas durante más de una década, cesó por los años 1955 o 1956. La máquina de envasar botellas de platillos la adquirió Sr. Pedro "Patata" y Sr. Luís "el Carnicero" adquirió otra vieja máquina; continuaron fabricando gaseosas durante un tiempo hasta que La Placentina invadió el mercado con precios y calidad más competitivas.
DIBUJO ESQUEMÁTICO DE UNA SATURADORA ANTIGÜA:



Texto: Museo Etnográfico "El Silo". Garrovillas de Alconétar (Enero 2017)
Basado en testimonio oral de Eduardo Arias Rubio